El budismo ha sostenido siempre que el Buda histórico era uno en una línea de seres iluminados, todos los cuales predicaron el mismo mensaje religioso de liberación. Con el tiempo, esta idea fue elaborada en el sentido de que la cantidad de Budas eran tan numerosa como granos de arena hay en las orillas del Ganges. Algunos de estos Budas, como Akshobya, Amitabha, Amoghasiddhi, Ratnasambhava y Vairocana, fueron objeto de devoción popular y muchos textos mahayanas describen los hechos terrenales de sus Budas.
Los budistas tántricos consideran a cada uno de ellos como la manifestación de la esencia de Buda. Los practicante tántricos, bajo la supervisión de gurú, aprenden a visualizar e identificar uno de los aspectos de la condición de Buda. Las técnicas empeladas para ello incluyen el recitado de mantras y la meditación en el mandala de la deidad. Esto puede complementarse mediante técnicas yogas dirigidas a nivelar el equilibrio de las fuerzas sutiles en el interior del cuerpo